sábado, 6 de agosto de 2011

Críticas a la carta | Apocalypto, Mel Gibson: a dios rezando y con el mazo dando

Tenemos ante nosotros poco más de dos horas de cinta. Dos horas de una película histórica de acción, excelente, trepidante, violenta y bizarra ambientada en la cultura maya. La gran cultura maya. O al menos eso nos querían vender…Porque señores, en esas interminables dos horas, nos damos cuenta con facilidad que este tipejo llamado Mel Gibson, nos la ha vuelto a colar. Y bien colada. (¿Y que podríamos esperar después del pegote de “La putrefacción de Cristo”?)







No se puede estropear de tal manera un tema tan atractivo para un filme de aventuras como pueden ser las grandes civilizaciones antiguas, en este caso, los Mayas. Que poco se ha rodado sobre ellos, pero después de esto, pobres mayas...
Y es que Apocalypto es una película sangrienta, y una película violenta, que en lugar de mostrar virtudes de una civilización prefiere mostrar el lado no humano como si no tuvieramos suficiente con la vida real.

La película pareciera que fue creada por Mel Gibson solo para satisfacer sus deseos psicópatas e irracionales que lleva por dentro, y talvez a un Europeo o Sudamericano le pareciera que es tan solo una película más, pero la realidad de Los Mayas, va más alla de quitarle la cabeza a alguien y hacer fiesta. Los Mayas construyeron grandes pirámides de una forma casi inexplicable.

Que alguien le enseñe a este señor que los mayas no vivían de la caza, sino principalmente de la agricultura del maíz; que no había “Caudillos por la gracia de Kukulkán” que esclavizaran a otros poblados mayas, pues eran un pueblo pacífico, no bárbaros con taparrabos; que un árbol no rebota hasta tres o cuatro vez al ser talado; y que un negrito con taparrabos no puede huir corriendo de una pantera por la selva y salir ileso, y después el mismo negrito tan genial que calcula exactamente el lugar donde no hay piedras el saltar de 60 metros al agua…

Se que la película no es un documental, pero me parece que utilizar a la Civilización Maya como un instrumento de violencia fue tan solo un pretexto porque bien pudo haberse inventado una civilización ficticia, pero vamos, Gibson sabe que sin ese “atractivo” la película obviamente carece de concepto y de audiencia.
Y las escenas estúpidas y poco creíbles se repiten durante todo el filme. Dando una especial calificación a las del final. Las del PÉSIMO final . Y sí, pésimo en mayúsculas. ¿No sabemos cómo acabar la estupendísima historia que hemos filmado? Pues nada, llegan barcos españoles y dejamos el final abierto… Sin palabras.

Por: A.Godoy

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